top of page

Andalucía, cuna de fútbol y valentía

  • Foto del escritor: Rocío Morón García
    Rocío Morón García
  • 12 dic 2022
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 19 dic 2022

El siglo XXI llegó para enseñarnos muchas cosas. Entre ellas, la idiotez que supone atribuir determinadas actividades a un género u otro. El fútbol ha sido preso de esa percepción durante décadas, hasta que su sección femenina, plena de valentía e ilusión por llegar a lo más alto, irrumpió en nuestras vidas. Desde entonces la Liga Nacional de Fútbol Femenino comenzó a crecer gracias al empeño de unos pocos, hasta convertirse en lo que es ahora: una liga de fútbol profesional.

España tiene el orgullo de poder decir que cuenta con una de las ligas femeninas punteras en el mundo y que tiene una de las mejores canteras del planeta. Y si no que le pregunten a Alexia Putellas, a la que le empieza a faltar espacio para colocar todos sus trofeos. Pero más allá de la doble Balón de Oro hay mucho más: jugadoras que han recorrido Europa mostrando su fútbol y levantando los trofeos más prestigiosos del continente, equipos españoles cargados de talento nacional que se han convertido en historia del deporte por su capacidad competitiva, la Selección Española Femenina compitiendo en Mundiales y Eurocopas contra las mejores plantillas del mundo, etc. Y nos llevaban privando de este placer durante décadas… lo que nos hemos perdido.

Todo gracias, en parte, al talento nacido aquí, en Andalucía. Exportamos talento deportivo femenino a espuertas. Prueba de ello es que la Primera División española está plagada de futbolistas con gran potencial procedentes del sur y que, como consecuencia, son muchas las andaluzas que han portado la elástica de la Selección Española.

Si bien ahora podemos presumir del juego de nuestras futbolistas, no siempre fue así. Esto ha sido el resultado de un largo y lento proceso que ha llevado a las jugadoras andaluzas donde se merecen: a la lucha por ser algunas de las mejores deportistas de España. Pero, ¿cuándo comenzó todo? ¿Cuál fue el inicio de esta revolución femenina en el fútbol andaluz? Pues bien, el origen tuvo nombre y apellidos: Ana Carmona Ruiz.

Ana fue una malagueña que vivió a principios del siglo XX y que se sentía muy atraída por el fútbol. Aunque tenía pasión por lo que entonces se denominaba “balompié”, había un gran inconveniente: las mujeres no podían jugarlo, dado que su rol social las vinculaba a otras tareas. No contenta con el papel que se le asignaba, la malagueña se empeñó en jugar como una más, llegando al punto de disfrazarse de hombre para conseguirlo. Convencida de sus posibilidades, Ana jugó en el Sporting de Málaga, un equipo íntegramente masculino, y fue la primera mujer andaluza en jugar una competición oficial de fútbol.

Gracias a Ana, la historia del fútbol andaluz dio un vuelco. Fue el precedente para que la sevillana Lola Gallardo levantara la Copa de Campeones con el Olympique de Lyon; para que la cordobesa Rocío Gálvez fuera campeona de Copa de la Reina y de la Liga; para que la granadina Esther González levantara hasta cuatro títulos nacionales; o para que la sevillana Inma Gabarro lograra alzarse como campeona del mundo sub-20.

Aquel acto de valentía supuso un vestigio de esperanza para cientos de deportistas andaluzas, que hoy recorren el mundo levantando títulos con un balón entre las botas. Todo ello, como consecuencia de aquel criticado gesto. Solo queda decir: gracias, Ana, por regalarnos el fútbol a todas.


Entradas recientes

Ver todo
Yo a tu edad...

Cada año las pensiones escalan puestos entre las principales preocupaciones de los españoles. La pirámide invertida de la población...

 
 
 

Comentários


  • Instagram
  • Twitter

©2022 por Bandolera. Creado por el Grupo 15 (Grupo 1)

bottom of page