Reivindicando el andaluz, reivindicando la tierra
- Ángel Montaner y Rocío Morón
- 19 dic 2022
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 20 dic 2022
El andaluz parece haberse puesto de moda gracias a las redes sociales y algún que otro spot. Pero siguen existiendo prejuicios perpetuados en el tiempo por los medios de comunicación que atosigan y empequeñecen el legado cultural y social que los andaluces tienen

El andaluz, tantas veces criticado, se ha convertido en un motivo de orgullo para todos los ciudadanos del sur de España. Sin embargo, “de Despeñaperros hacia arriba” no se abraza a esta forma de hablar como se hace en su lugar de nacimiento. A lo largo de la historia, el andaluz ha sido vinculado con numerosos tópicos, que más que identificar a la cultura del sur la deformaban y manipulaban.
La ficción española es buena prueba de ello. Han sido muchas las producciones audiovisuales nacionales en las que el acento andaluz ha sido vinculado con personajes de “baja calaña” o de una posición socio-económica inferior. Algunos ejemplos de ello son “La Juani” de Médico de Familia, Manuela de Ana y los 7, Paquillo de Los Serrano o Tico de La vuelta al mundo de Willy Fog. Todos ellos coincidían en ser los personajes graciosos y menos formados de sus respectivas series y, casualmente, todos hacían gala de su acento.

Esta es una situación que se lleva denunciando desde hace años y que, para los profesionales andaluces vinculados con el sector, debería cambiar. Así lo manifiesta la actriz de doblaje profesional nacida en Sevilla, Mari Ro Aguilar, que confiesa su deseo de romper con los esquemas de siempre: “Es un tópico y, como todos los tópicos, es irreal. Estamos formados y somos igual de trabajadores que el resto de España. Estaría bien que dejaran de encasillar a los personajes de esa forma y que hubiera más variedad para todo”. De igual manera, Irene Millán, formada en locución y doblaje en la capital andaluza, reivindica el importante rol que desempeñan los jóvenes en este sentido: “Está en nuestra mano, como jóvenes que pretendemos entrar en esta industria, demostrar que los papeles estereotipados son algo arcaico”.
Ambas actrices, relacionadas con el mundo del doblaje, se manifiestan orgullosas de su forma de hablar, pero dándole al andaluz la posición que le corresponde en el mundo de la locución profesional. “No nos dicen ni muchísimo menos que perdamos nuestro acento, pero delante del micrófono no se debe notar la procedencia de ningún actor de doblaje”, justifica una Irene Millán, que trata de hacer hincapié en la ausencia de protagonismo de los dialectos en el doblaje profesional.
Y es que desde el sector de la locución se aboga siempre por la naturalidad del lenguaje, característica de la que carecen muchas piezas publicitarias de la misma Junta de Andalucía que, empeñada en dar relevancia al andaluz, fuerza el acento hasta sonar totalmente impostado. La misma Mari Ro Aguilar confirma la presencia de “clientes” que buscan “un andaluz rarísimo”: “Tiene unas determinadas características que en mi caso no forman parte de mi manera natural de hablar. Entonces, al final, estás forzando tu propio acento”. Así, tal y como afirma la actriz de doblaje, es más recomendable hacer uso del llamado “castellano neutro” que de un andaluz forzado y artificial.
Todo ello cobra aún más sentido si tenemos en cuenta la gran riqueza de este dialecto. El andaluz de Cádiz no es el mismo que el que se habla en Sevilla o en Jaén. Se trata de un habla con miles de matices, de ahí que en muchos casos sea complejo identificar a las ocho provincias de Andalucía con un solo acento.
Más allá de todo ello, la discriminación por la forma de hablar dentro del sector del doblaje está totalmente descartada. De hecho, Mari Ro afirma que los profesionales procedentes de fuera de Andalucía valoran muy positivamente el trabajo de los andaluces en el contexto de la locución: “Les llama mucho la atención que los andaluces sepamos quitar el acento tan bien. Porque, por ejemplo, he conocido a catalanes a los que les cuesta quitarse el acento”.
Con todo ello, el doblaje profesional constituye una de las vías más interesantes para reivindicar la profesionalidad de los andaluces en el contexto de la ficción nacional. De cómo estos profesionales saben cómo trabajar con su acento, siempre y cuando no esté al servicio de los prejuicios, que dañan la figura del andaluz en los medios de comunicación, incluso cuando se trata de incluir de manera forzada.
Rompiendo mitos en las redes
Hasta el momento se ha hablado del andaluz como acento o dialecto, pero en los últimos años desde las redes sociales se ha extendido la idea del andaluz como idioma, con sus propias normas ortográficas.
En 2018 aparece el Er Prinçipito Andalûh (EPA), una comunidad de estudiosos, aficionados y amantes de la lengua andaluza que redactaron la primera propuesta de ortografía del andaluz. “Moreno Cabrera, catedrático de Lingüística General en la UAM, hace distinción entre Lengua Natural que es toda lengua que sea hablada, y Lengua Cultivada que es la estandarización de un sistema de escritura para representar a una (o varias) variedades de lengua natural. Es decir, que todo lo que se hable es en sí mismo una lengua (natural) y en el momento en que se le dota de un sistema de escritura consistente se convierte en lengua estandarizada”. Así lo defienden desde Andalugeeks, un “grupo formado por profesionales de la informática, la programación, el diseño gráfico y las TIC” nacido en 2018 en paralelo a EPA.

En base a esto, Andalugeeks ha creado diferentes herramientas para extender entre la población la nueva ortografía andaluza y de esta forma separar la concepción de acento de la de idioma. La compañía ofrece un traductor al andaluz, un teclado en andaluz, talleres en Youtube y un grupo de Telegram con más de 600 personas de todos los lugares. De hecho, su próximo gran proyecto es avanzar en esa cooperación cultural andaluza con la creación de Er Dîççionario Andalûh.
Un año antes de la estandarización de la ortografía andaluza en las calles de Sevilla ya aparecían pintadas en andaluz. El éxito de las mismas hizo que en 2021 entrara en redes sociales su autor: Pintarraheô. “El proyecto nace como una acción de guerrilla cultural para poner en valor nuestra lengua”, con este espíritu reivindicativo el autor pinta en las las esquinas y edificios; “a la altura de los ojos, para que la gente lo lea”, frases o expresiones del día a día o que señalan la importancia de las raíces. “Mis pintadas son muy variadas, muchas de ellas no son ni siquiera "mías”, son frases que recojo de escucharlas en la calle o en el barrio y las reflejo” asegura el autor, que ha canalizado el éxito de las pintadas en camisetas, láminas y azulejos que sus propios fans han pedido para tener presente estas frases.
Productos reivindicativos andaluces también vende Zestaperdiendo, una cuenta de Instagram creada en 2020 por un “enamorao de las palabras que usan nuestros mayores”. Cada día, la cuenta publica una palabra o una expresión andaluza junto con su significado, para que la rica variedad de vocabulario de nuestra tierra pase de generación en generación.
Más de 18.000 seguidores conocen o redescubren esas palabras cada día. “Lo identificada que se siente la gente de TODAS las provincias con palabras o expresiones que crees que solo usas tú, hace que te sientas mucho más conectado con todos los andaluces” asegura su autor. Esta idea de conectividad que permite las redes sociales, ayuda a un encuentro con las raíces, no solo a que no se pierdan, también para reencontrarse y abrazar la lengua de nuestra tierra.
¿Por qué el andaluz se considera un acento entonces? La mayoría de respuestas de nuestros protagonistas apunta a una cuestión política y social. “Es una manera de relegarlo a un segundo plano, mostrarlo como una "deformación" o una "aberración" de otra lengua” asegura Pintarraheô, que incluso habla de Andalucía como una colonia “desprestigiada culturalmente” por Castilla, lo que provoca incluso un rechazo de los propios andaluces a nuestra lengua y raíces.
En esta idea de autosabotaje insiste Zestaperdiendo: “Considero todo esto como un movimiento cultural, una forma de reivindicar lo nuestro…Ojalá se extendiese a muchos andaluces de la misma forma que lo hacemos nosotros, porque a veces se ve como un ataque a los demás o a nosotros mismos y no es para nada eso”.
“Contamos con un discurso científicamente fundamentado que convence a quien viene haciendo críticas o expresando sus dudas de lo que hacemos” argumentan desde Andalugeeks. Sin duda el proyecto EPA ha sido un importante paso hacia la concepción del andaluz como una lengua propia, no solo dando una base unitaria a las reivindicaciones del idioma, también para ayudar a acercar dicha concepción por las diferentes cuentas y organizaciones.
Detrás de las frases pegadizas, las pintadas callejeras, las tazas con palabras de ayer, hoy y siempre, se articula una reivindicación cultural y social que está llamada a remover las bases del sentimiento andalucista. Las redes sociales son un importante instrumento de extensión de esta ortografía, que solo el tiempo dirá si dará el paso para convertirse en el estándar para los propios andaluces.
Convencer al resto del mundo de que derriben sus mitos y prejuicios sobre el andaluz, ya sea en la forma de escribir, hablar o cómo nos mostramos en los medios, pasa por un empoderamiento de unas raíces andaluzas que nunca se deben perder.
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